A medida que envejecen algunas personas experimentan una disminución de su capacidad jurídica, lo que significa que pueden tener dificultades para tomar decisiones legales por sí mismos, ¿qué se puede hacer si eso ocurre?
Estas son las soluciones que tenemos cuando una persona pierde todo o parte de su capacidad de decidir
- Poder notarial: Un poder notarial es un documento legal en el que una persona (llamada “otorgante”) confiere a otra persona de confianza (llamada “apoderado” o “representante legal”) la autoridad para tomar decisiones en su nombre. Este poder puede ser amplio, abarcando todos los aspectos legales y financieros, o limitado a decisiones específicas. El poder notarial permite al mayor designar a alguien de confianza para que actúe en su nombre cuando ya no pueda hacerlo por sí mismo.
- Tutela: La tutela es un proceso legal en el que un tribunal designa a una persona (llamada “tutor”) para tomar decisiones en nombre de un adulto mayor que ha sido declarado legalmente incapaz. El tutor se encarga de las decisiones legales, financieras y de atención médica del mayor. La tutela proporciona una protección legal más sólida en caso de falta de capacidad jurídica.
- Curatela: La curatela es similar a la tutela, pero se aplica a personas que tienen una capacidad jurídica parcialmente limitada. En lugar de tomar todas las decisiones en nombre del mayor, el curador se ocupa de áreas específicas en las que el mayor necesita asistencia. El tribunal designa a un curador para supervisar y proteger los intereses legales y financieros del mayor en áreas específicas, como el manejo de propiedades o la gestión de finanzas.
- Directivas anticipadas de atención médica: Las directivas anticipadas de atención médica, también conocidas como testamentos en vida o testamentos vitales. Son documentos legales en los que una persona expresa sus deseos con respecto a la atención médica en caso de que no pueda tomar decisiones por sí misma. Estas directivas pueden incluir instrucciones sobre tratamientos médicos, rechazo o retiro de tratamientos, y designación de un apoderado de atención médica.
- Mediación y acuerdos familiares: En algunos casos, la mediación y los acuerdos familiares pueden ayudar a resolver conflictos y tomar decisiones en beneficio del mayor. La mediación implica la intervención de un tercero neutral que ayuda a las partes involucradas a llegar a un acuerdo mutuamente satisfactorio. Los acuerdos familiares son acuerdos escritos entre los miembros de la familia que establecen cómo se tomarán las decisiones y se manejarán los asuntos legales y financieros del mayor. Estas opciones pueden ayudar a evitar procedimientos legales costosos y conflictos familiares prolongados.
Conclusión
Cuando a una persona le fallan sus facultades hay diversas soluciones legales para proteger sus intereses y garantizar que sus derechos sean respetados. Nuestro consejo es que ante una circustancia de este tipo consultes con tu abogado o con un notario. Lo importante siempre es que se garantice los derechos y el bienestar de las personas durante todas las etapas de su vida.